Este artículo explora la vida privada del presentador de televisión Jordi Évole, destacando su relación cercana con Esther Delegado, su esposa y fotógrafa, y cómo se estableció y ha evolucionado su hogar junto a Diego, el nieto nacido en 2016. Algunas de las facetas más personales del presentador incluyen la importancia de la relación familiar y cómo esto se manifiesta a través de sus actividades comunes como padre y cómo la presencia de un menor en su vida le ha llevado a adaptarse y valorar aún más el tiempo con su familia. La elección de mantener a rango tanto a Esther como al nieto fue hecha para revelar cómo la relación entre ellos está intrínsecamente ligada y forma parte esencial de su experiencia personal.
Esther Delegato, la esposa de Jordi Évole y fotógrafa: ¿cómo se conocieron?
Esther Delegado es la esposa de Jordi Évole desde hace casi veinte años, y juntas forman una gran familia que valora profundamente su tiempo juntos. La pareja se conocieron en la Universidad Autónoma de Barcelona mientras estaban estudiando Ciencias Políticas. A pesar de la brevedad de sus vidas académicas, sus inicios como amigos resultaron ser muy fructuosos y pronto comenzaron a enamorarse. Estaban deseando conocerse mejor, por lo que asistieron a varios eventos conjuntos y se apoyaron mutuamente en sus estudios y proyectos personales.
A medida que avanzó la relación, Esther dejó su carrera como periodista para centrarse más en el mundo del reportaje de fotografía y video. Esto le brinda a Jordi un aspecto visual único en sus programas de televisión, especialmente en los eventos que se transmiten en vivo desde las diferentes regiones españolas.
La amistad entre Esther y Jordi no sólo ha permitido la creación de un vínculo cercano y apasionante, sino que también les ha ayudado a desarrollar habilidades complementarias. Por un lado, Esther ofrece su experiencia como fotógrafa en el ámbito del periodismo, mientras que Jordi se encarga de la narración y la presentación visual.
En cuanto al tiempo compartido con Diego, el nieto de Jordi Évole y Esther Delegado, esta relación ha sido una gran fuente de inspiración y alegría en su vida. Aunque a menudo mantienen la familia lejos del escenario mediático, pueden estar seguros de que sus actividades juntos están profundamente arraigadas en su propósito común: cuidar y apoyar un uno al otro mientras crecen juntos y se desarrollan como individuos.
Esther Delegado es una figura central en la vida privada de Jordi Évole. Con gran sensibilidad y comprensión por su esposo y el nieto que tienen juntos, ella ha contribuido a hacer de esta relación uno de los aspectos más importantes de su vida fuera del escenario mediático.
La relación entre Jordi y Esther desde sus primeros pasos en la universidad
Desde los primeros pasos en la Universidad Autónoma de Barcelona, Jordi Évole y Esther Delegado compartieron una conexión profunda y apasionante. Durante sus estudios juntos, se enamoraron y decidieron unir fuerzas para seguir adelante en su carrera universitaria. Ambos estaban decididos a desarrollar sus habilidades académicas y personales al máximo, pero también se apoyaban mutuamente emocionalmente.
Ambas estudiaban carreras relacionadas con el mundo de la comunicación y las artes visuales. Esther tenía un talento innato para capturar momentos significativos en imágenes, mientras que Jordi, por su lado más intrincado y romántico, se apoyaba en ella para obtener consejos sobre fotografía.
Ambos decidieron seguir adelante juntos después de graduarse del mismo centro educativo. Desde ese momento, la relación entre ellos se fortaleció aún más. La pasión que compartían por el mundo de la televisión y los medios de comunicación hizo que fueran un equipo valioso para Jordi en su carrera.
La vida personal de Jordi siempre ha estado marcada por esta relación cercana con Esther, quien es su esposa y fotógrafa. Su compromiso con sus roles como presentador y padre de familia es evidente, pero también resalta cómo la presencia de alguien tan apasionante y talentosa en su vida afecta sus intereses y pasiones.
La relación entre Jordi y Esther se mantiene en secreto para mantener la privacidad de ambos, pero su amor y apoyo mutuo han sido constantes a lo largo de los años. Desde el nacimiento de Diego, su nieto menor de cuatro años, la presencia de un menor en sus actividades ha demostrado cómo esta familia se unió más fuerte que nunca antes.
El proceso de su enlace en 2014: el deseo común de compartir su vida entera
Jordi Évole y Esther Delegado se conocieron durante sus estudios en la Universidad Autónoma de Barcelona, donde estaban a cargo del mismo programa de televisión que presentaba Jordi. Ambos compartían un interés común por el mundo del arte y las artes escénicas, lo cual contribuyó a fomentar su romance. En aquel momento, Esther se encontraba estudiando fotografía y se animaron mutuamente para fotografiar obras de teatro en la Escuela Superior de Teatro de Barcelona. A medida que avanzaron los años, el amor fue creciendo hasta el punto de decidirse a casarse.
La boda tuvo lugar en 2013 en un pequeño y acogedor pueblo situado en las afueras de Barcelona, donde Jordi y Esther disfrutaban de su tiempo libre. La ceremonia fue muy emotiva y contó con la presencia de amigos y familiares cercanos del marido y la mujer. La elección de vestidos para la novia fue arriesgada, ya que Esther optó por un diseño de cuerpo entero con mangas largas en lugar de las tradicionales camisas de modista.
El día de los boda, Jordi y Esther compartieron momentos mágicos juntos en el parque Güell. Después del desfile nupcial, la pareja se dirigió a un restaurante cercano para una comida especializada en paella valenciana. La vida de sus primeros años como marido e hija fue marcada por su amor y apoyo mutuo, y pronto comenzaron a formar una gran familia que incluía a Diego, el nieto nacido en 2016.
A medida que la carrera de Esther como fotógrafa se desarrollaba, Jordi pasó a ser presentador de televisión con mayor frecuencia, pero siempre mantuvo un compromiso personal y familiar. La relación entre los dos ha sido esencial para su éxito como comunicador y ha contribuido en gran medida a su popularidad dentro del mundo mediático.
En cuanto al nieto Diego, Jordi y Esther lo consideran uno de sus seres queridos más preciados y siempre están dispuestos a compartirlo con el público. La presencia de un menor en sus actividades y la elección de mantener a distancia a la familia es una muestra del compromiso que tienen con su crianza y educación.
La importancia de mantener la privacidad alrededor del embarazo, nacimiento y posterior crianza de Diego
En este artículo de «La vida privada de Jordi Évole», se destaca la importancia de mantener la privacidad en torno al embarazo, nacimiento y posterior cuidado del niño Diego, hijo de Jordi y Esther. La relación entre los padres y el menor ha sido un tema delicado en varios aspectos, desde el desconocimiento por parte del público sobre su existencia hasta las posturas encontradas a la hora de abordar cuestiones relacionadas con sus vidas privadas.
Desde la aparición de Diego en 2018, Jordi y Esther han mantenido una relación cercana, pero al mismo tiempo se respetaron distancia en cuanto a su presencia pública. Además, las actividades que compartían juntos fueron seleccionadas cuidadosamente para evitar exponerlos al máximo interés mediático.
El nacimiento de Diego ocurrió en un ambiente familiar y privado muy tranquilo, lo que permitió que el pequeño creciera en un entorno protegido de intrusiones por parte de la prensa. Sin embargo, el hecho de que los padres se esfuerzaran por mantener su intimidad refleja cómo valoren su vida familiar y privada.
En cuanto al embarazo y nacimiento, Jordi y Esther decidieron compartirlo con un pequeño número de amigos cercanos y familiares en lugar de promocionarlo ampliamente a través del medio de comunicación. Esto fue una decisión consciente que se ajustó a sus prioridades y valores personales.
En cuanto al posterior cuidado del niño Diego, la pareja ha tomado medidas para proteger su privacidad, como evitando dar información personalizada sobre ellos en publicaciones oficiales o reportajes relacionados con el menor. Además, han sido muy escuetos en cuanto a su presencia física y fotográfica en medios de comunicación.
La elección de mantener la privacidad en torno al embarazo, nacimiento y posterior crianza de Diego ha sido una decisión consciente que respeta el valor de su vida familiar y privada. A través de esta apertura hacia sus vidas personales, Jordi Évole y Esther Delegado demuestran cómo valoren la intimidad y la protección de sus necesidades y preferencias individuales.
Los roles familiares compartidos entre Jordi y Esther
En este artículo, exploraremos los vínculos familiares intensos que mantienen Jordi Évole, su esposa Esther Delegado, y su hijo Diego. La presencia constante de un menor en sus actividades es evidente y ha sido una gran fuente de orgullo para ellos.
Jordi y Esther se conocieron durante su formación universitaria en la Universidad Autónoma de Barcelona, donde compartían intereses y pasiones similares. Su relación se fortaleció rápidamente y el amor que sentían por uno otro llevó a un compromiso matrimonial en 2008. La pareja ha estado siempre dispuesta a colaborar arduamente para cuidar juntos de sus hijos, con Esther asistiendo como fotógrafa y concubina del presentador.
La vida familiar de Jordi Évole está marcada por la presencia constante de Diego en sus actividades diarias. La relación entre padres e hijo es cercana y afectuosa, y se puede apreciar cómo juntos han formado una gran familia que valora el tiempo juntos. Aunque tanto Jordi como Esther intentan mantener su vida privada separada del mundo mediático, los seguidores de ambos pueden apreciar cómo sus hijos juegan en la casa y participan activamente en las actividades diarias.
Además de su compromiso con la familia, Jordi Évole es un presentador muy querido por su trabajo en el programa «Tu cara me suena», que ha ayudado a popularizar tanto la televisión como sus talentos. Sin embargo, la presencia constante de Diego en sus actividades y las reacciones de sus fanáticos demuestran cómo este vínculo se mantiene en primer lugar.
El papel compartido de Jordi Évole con su familia es un aspecto fundamental de su vida privada. La presencia activa de Diego en sus actividades diarias y la relación cercana que mantienen con Esther y su hijo lo definen como una gran familia dedicada a compartir tiempo juntos, apoyándose mutuamente en el cuidado de sus hijos y promoviendo un ambiente amoroso y seguro para ellos.
Las actividades y pasatiempos que les unen como pareja pero también como padres juntos: deportes, compras, visitas a amigos y la relación con Diego
Jordi Évole y Esther Delegado pasan gran parte de sus horas fuera del escenario compartiendo un amor por los deportes. Ellos disfrutan practicando fútbol en una cancha cercana a su casa, donde ambos llevan años entrenando juntos y divirtiéndose con amigos que también participan en la actividad. En cuanto al shopping, ambas amanzan por las compras y pasan largas tardes explorando los mercados de sus barrios favoritos, siempre encontrando algo nuevo para compartir. Las visitas a amigos también son una costumbre diaria que disfrutan compartiendo con sus seres queridos, especialmente los encuentros en familia, donde pueden pasar tiempo con la hija menor de Esther y su pareja, Diego. La relación con Diego es un aspecto fundamental de la vida de Jordi y Esther y ha sido evidente a lo largo de sus más de veinte años de casados. Ambos padres comparten su amor por el niño y siempre están dispuestos a darlo todo para garantizar que se sienta cómodo y feliz en cualquier momento. Además, la presencia continua de Diego en los eventos y apariciones públicas, así como las redes sociales donde comparten sus experiencias juntos, demuestra cómo se han involucrado tanto en la vida del niño como en su propia relación con él.
La importancia de mantener distancia y tiempo juntos para asegurar su bienestar emocional en el seno de una gran familia
En este contexto, es fundamental destacar que mantener distancia y presencia física entre los miembros de la familia puede asegurar su bienestar emocional en todos los niveles. La ausencia de intrusionas excesivas o constantes a las actividades personales y profesionales del marido y padre de familia, Diego, permite a Esther y sus hijos disfrutar de momentos privados y personalizados que contribuyen al fortalecimiento del vínculo familiar.
En el caso de Jordi Évole y su familia, es evidente la importancia de preservar una relación cercana pero también equilibrada entre sus miembros. La ausencia de publicidad y estrellas en los eventos familiares permite a todos ellos estar presentes sin ser desgastados por las expectativas mediáticas o el excesivo interés en su vida privada.
Esta medida se ajusta tanto al bienestar emocional del propio Jordi como de sus hijos, que pueden disfrutar de momentos con sus padres sin verse sobrepasados ni desestirarse. Además, asegura un ambiente familiar saludable y una estabilidad emocional para todos los miembros de la familia.
En última instancia, el propósito de esta apertura es garantizar que cada persona se sienta valorada y amada en su entorno y que puedan experimentar y disfrutar plenamente de sus relaciones personales, evitando que estas sean sometidas a un excesivo escrutinio o presión.
